Mañana despertaré en
otra cama, con otra mente.
Podría perderme para siempre
en la unanimidad de los actos.
Fui juntando monedas
aunque el viaje sería gratis;
entonces con mi dinero construí
un reino salvaje y un castillo.
Llego azotado por tormentas
una necesidad me trajo de regreso;
quería poder contemplar un mundo
extraño, y sentirme olvidado.
jueves, 14 de febrero de 2008
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