Por estas horas, me alcanzan,
el ensueño y el desconsuelo…
La ansiedad fría del día pasado,
el vicio y su secreto con mi alma.
Una vigilia exagerada y ponzoñosa
de tropas que se aniquilan entre si.
Y la tristeza siempre vuelve,
las aguas traen un rumor de ti.
viernes, 15 de febrero de 2008
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