viernes, 15 de febrero de 2008

El velo que cubre mis ojos

Cuando amanece, es cuando bajan
los astronautas de otros mundos,
o cuando ruedan las víctimas en fila
ordenadas a un abismo desconocido.

El día gira sobre sus engranajes gastados,
es cuando emergen los seres necesitados
de luz a una claridad que los fulmina,
la claridad inunda de tristeza sus mentes.

Cuando la superficie es todo física,
queremos vivir un mundo de sueños.

Vivimos la noche de efectos narcóticos,
ese aire que al consumirlo endurece la piel.
Allí en las profundidades no existe un cielo,
y los cuerpos procesionan en silencio

amanece, la muerte lenta y dolorosa
manos de otros tiempos me desnudan
a la luz de una claridad que fulmina,
de irremediable ceguera mis ojos.

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