Cuando te digo mi sentido,
mi querida, mi paloma blanca,
es cuando acaricio la rosa
suave y fresca de tu alma.
Cuando lo que me cautiva
es tu forma de ver la vida,
el amanecer constante en tu mirada
tu cuerpo lozano y perpetuo.
Cuando te digo cosas hermosas,
no las invento, las descubro a tu lado,
en tu interior, el tesoro más preciado,
en el hechizo de luna de tu sonrisa.
Perfume que trae a mis cercanías
una brisa de mar y romance,
arena dorada, caracolas mágicas,
la melodía pacífica que nos atrapa.
viernes, 15 de febrero de 2008
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