La magia despierta flores aéreas
revolotean, y el aire las eleva
las hace danzar como átomos.
Cuando la luz solar refleja
una alquimia de un dorado
inalcanzable, un amanecer
sagrado humedece mis ojos.
Varios soles derraman vida
con afiebrada y lentísima dulzura
hasta en los confines más solitarios
aunque lejanos, son el mismo.
viernes, 15 de febrero de 2008
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